LAS HIPOTESIS CIENTÍFICAS DE LOS GRIEGOS A NEWTON

La palabra hipótesis procede del griego y es unión de las palabras ὑπο (hýpo), que significa debajo de, y de θέσις (thésis), que significa conclusión o proposición. El significado etimológico nos proporciona una idea difusa e imprecisa en cuanto a cómo debe formularse, pero es clara en cuanto a la función que deben cumplir las hipótesis dentro del conocimiento científico; las hipótesis son los principios aceptados, a veces no demostrados, que están debajo de las conclusiones que se obtienen en las teorías científicas.

Cuando pensamos en hipótesis se nos ocurre en el principio de inercia, que cambió la física aristotélica al hacer considerar al movimiento rectilíneo y uniforme en estado permanente en ausencia de cualquier fuerza, en el quinto postulado que abrió el paso a las geometrías no euclidianas y a la relatividad general. Pero no todas son así, en la ciencia hay hipótesis que se cuelan imperceptiblemente tales como el fijismo, pensar que el mundo ha sido siempre así, los griegos tenían hipótesis descriptivas todo es agua o cualquier otro elemento (abrían el camino al conocimiento racional), eran hipótesis profundas, situadas en la base de la naturaleza y condicionaban la totalidad del conocimiento otros entre la que se cuentan la lucha de contrarios, Las hipótesis científicas empíricas se parten de datos experimentales y se no basan en otras hipótesis o teorías; las hipótesis teóricas o plausibles, no tienen base empírica, al menos directamente, sino que se apoyan otras teorías.

Las hipótesis de los milesios aportaron la idea de que los fenómenos naturales que observamos a nuestro alrededor no eran producto de fuerzas divinas superiores, sino que podían comprender y eran explicables en términos de interacciones de una materia que obedecía leyes naturales. Un ejemplo fue la hipótesis de Tales de Mileto (624-546 a. de C.)  sobre la causa de los terremotos; decía que se producían por las perturbaciones del océano sobre el que flotaba la Tierra hacían que, en ocasiones temblara la Tierra. Anaxímenes de Mileto (588-534 a. de C.) postulaba que en el principio de los tiempos sólo había aire y que todo lo que vemos a nuestro alrededor se formó por condensación.

Todo esto venía   de la observación, pero desde la medicina se aplicó el método experimental, Hipócrates de Cos aportó los primeros datos experimentales para ayudar a la naturaleza a curar enfermedades. Tanto, Hipócrates de Cos (460-370 a. de C.)  como sus seguidores adoptaron el punto de vista milesiano. Las enfermedades, ni siquiera la que llamaban enfermedad sagrada, la epilepsia, estaban provocadas por los dioses, sino que debían tener alguna explicación racional, que tendría un tratamiento como lo tenían algunas infecciones.

Los médicos hipocráticos criticaban a filósofos de Mileto por formular postulados e hipótesis un poco a la ligera y no dedicar atención suficiente a la observación, mientras que ellos realizaban una observación cuidadosa y sistemática para diagnosticar las enfermedades y experimentaban para separar lo que era significativo en el desarrollo de las mismas de lo que era simple coincidencia. Los médicos pensaban que eso era lo que había que hacer en todas las parcelas del conocimiento.

Claude Bernard (1813-1878)
Claude Bernard (1813-1878)

Los griegos consideraron el concepto de hypothesis en dos sentidos, unos filósofos pensaban que una hipótesis era una idea abstracta que tomaban como una verdad absoluta y que, a partir de ella, llegaban a conclusiones por medio de la lógica exclusivamente, mientras que otros seguían el método experimental y para ellos las hipótesis eran unas ideas anticipadas de lo que podía ser, obtenían los resultados por medio de la lógica, pero contrastaban sus resultados con el mundo real con el fin de verificar el enunciado o refutarlo. Las primeras son hipótesis especulativas y las segundas son hipótesis científicas. Esto los resume Claude Bernard con las siguientes palabras:

El metafísico, el escolástico y el experimentador, proceden igualmente impulsados por una idea a priori. La diferencia consiste en que el escolástico impone su idea como una verdad absoluta que ha encontrado y de la que deduce luego, por sólo la lógica, todas las consecuencias. El experimentador, más modesto, propone su idea como una cuestión, como una interpretación anticipada de la Naturaleza, más o menos probable, de la cual deduce lógicamente consecuencias que confronta a cada instante con la realidad, por medio de la experiencia. Marcha así de las verdades parciales a las verdades más generales, pero sin atreverse jamás a pretender que posee la verdad absoluta. En efecto, si la poseyera, sobre un punto cualquiera, la tendría, sobre todo, puesto que lo absoluto no deja nada sin comprender.

Cfr: https://www.madrimasd.org/blogs/biologia_pensamiento/2008/05/06/91029

Nos centraremos entre las hipótesis científicas, que relacionan el desarrollo lógico con la experiencia en diferentes etapas de la historia. En astronomía hubo hipótesis en las que, a falta de una experimentación directa el movimiento de los astros, se formulaban hipótesis sobre los observable y se elaboraron teorías plausibles sobre el movimiento, como la Ptolomaica, la Copernicana (defendida por Galileo) y la de Tycho Brahe (1546-1601), todas predecían los fenómenos observables (salvaban los fenómenos) y no existían criterios o razones para establecer una correcta elección entre ellas. Este sentido indica que la hypothesis es una proposición (o grupo de proposiciones) que se usa para deducir consecuencias con el fin de predecir fenómenos celestes, sin la intención de afirmar o negar que la verificación de estos supuestos, gracias a la observación, indiquen algo sobre su verdad ontológica o material.

En el caso de las especulaciones hipotéticas de Newton (1643-1727) no se describen simplemente las observaciones, sino que, partiendo de la experimentación, además de optar por las tesis copernicanas, formuló una nueva hipótesis sobre el movimiento de los cuerpos masivos del mundo físico.  Newton, basándose en el principio de inercia, en los experimentos de Galileo y en las leyes de Kepler dió un paso más: postuló una hipótesis con un cambio importante, la existencia en el mundo real de una fuerza gravitatoria, causa de todos los sucesos reales observados. Era una explicación totalmente especulativa derivada de la experimentación. De hecho, la fuerza atractiva no fue medida hasta más de un siglo después, en 1798 por H. Cavendish (1731-1810).

A los que le preguntaban a Newton de dónde procedía esa fuerza gravitatoria que actuaba a distancia sobre todos los cuerpos existentes el respondió en el Escolio Genetal de los Principia (1687)   Hypotheses non fingo (no finjo hipótesis, no hago uso de ficciones), lo que significaba que no sabía cómo se generaba esa fuerza desde la materia (si se producía por choque de partículas, por electricidad o por cualquier otro fenómeno físico no observable).

Es decir, la hipótesis newtoniana describía el desarrollo de los fenómenos y demostró que los movimientos planetarios se producían como si existiera una fuerza atractiva entre ellos, aunque no se supiera su origen. Newton no había llegado a la causa inicial o motor inmóvil que pedía la ciencia aristotélica, pero había realizado un avance en el camino del conocimiento. La ciencia, poco a poco, se iría acercando a un conocimiento aún más profundo de la naturaleza con nuevas teorías.

 

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